Ciberacoso: qué es y cómo detenerlo, el anonimato, la facilidad de acceso y abundancia de interacciones online puede provocar que las personas que acosan y hieren a otros se sientan alentadas a hacerlo.
Cómo prevenir el ciberacoso
Durante los últimos años el acoso de alguna manera ha venido evolucionando desde las peleas después del colegio. De hecho, se ha actualizado con el transcurso del tiempo y ahora se puede realizar a través de correos, redes sociales y mensajes de textos.
Aunque tenga alguna noción o conocimiento de los daños que puede causar esta práctica, las estadísticas siempre han demostrado que se trata de un problema generalizado y peligroso.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) el acoso escolar es un problema que afecta a uno de cada tres estudiantes en todo el mundo. Un tercio de los alumnos y alumnas de entre 8 y 24 años (el 32%) ha sido intimidado psicológicamente por sus compañeros en la escuela al menos una vez.
A través del tiempo, el ciberacoso ha evolucionado adaptándose a los cambios del mundo y, desafortunadamente, la tecnología ahora juega un rol importante en varias formas de acoso entre jóvenes.
¿Qué es el ciberacoso?
El ciberacoso es el acoso o intimidación que produce una persona a otra con intención de enfadar, humillar o atemorizar por medio de la tecnología, ya sea por mensajes, teléfonos móviles o plataformas de juegos. Pueden ser víctimas de este rol una persona de cualquier edad, desde niños, jóvenes o adultos.
Uno de los comportamientos más usuales son el de enviar mensajes a través de las plataformas de mensajería dónde su contenido está elaborado con el fin de amenazar, herir y acosar a esa persona.
Aunque en algunas ocasiones lo pueden llegar hacer de forma personal o incluso de manera anónima y dónde este tipo de mensajes son agresivos.
Otra forma de atemorizar es difundiendo fotografías o vídeos a través de las redes sociales para poder avergonzar a esa persona.
¿Qué es lo que crea el ciberacoso en las víctimas?
Las personas que están acosadas pueden llegar a tener episodios de depresión, ansiedad e impotencia. En principio se sienten humilladas y comienzan a sentir un fuerte estrés. Con el paso del tiempo la víctima pierde gran parte de su confianza y puede convertirlo en ira. Otras personas pueden llegar a sentir tanta ansiedad que les crea depresión, por lo que puede derivar a inducirlos al suicidio.
Con todas las herramientas disponibles, el ciberacoso puede esparcirse rápidamente, con bullies acosando a sus víctimas a través de múltiples plataformas, dejándolos con la sensación de que no hay escapatoria posible.
Puede ser difícil distinguir las problemáticas adolescentes de los síntomas del ciberacoso, por lo que se recomienda prestar atención a cualquier sospecha para detectar y detener el ciberacoso.
Estas señales pueden ser claros indicadores de ciberacoso:
- Cambios físicos visibles.
- Repentinos cambios de humor o pérdida de interés en actividades habituales.
- Eliminación de sus cuentas de redes sociales.
- Aislamiento social anormal.
- Pérdida o extravío de objetos en situaciones extrañas.
Cómo se detecta el ciberacoso
Un niño o joven puede estar recibiendo mensajes continuos para poder dañar su imagen, está tomando constantes acusaciones y ya no son de forma aislada, sino que continúan muchas veces a lo largo del tiempo.
El acosador puede manipular la red, espía a amigos, compañeros o familiares para poder sacar información de su víctima. Luego esta información la puede manipular y crear falsas noticias para dañar a esa persona.
Usa las redes sociales para poder obtener la información que desea y después lo usa frecuentemente como burla a través de internet y redes sociales con los famosos memes. Aunque los memes son fotografías graciosas en el fondo puede que no sean muy bien recibidas y puedan generar muchos problemas.
Prevención y sanciones sobre el ciberacoso
El acoso digital puede llegar a ser considerado delito por las amenazas, vejaciones, mentiras y coacciones y puede ser una gran prueba como denuncia. Toda persona que quiera denunciarlo puede acudir ante la policía, el Juzgado de guardia o la Fiscalía de menores.
En el caso de que se produzca el ciberacoso en un colegio, habrá que comunicarlo al centro para que tome las medidas oportunas y poder denunciarlo ante la Inspección de Educación.
Las redes sociales también cuentan con un espacio para denunciar a páginas o perfiles que están acosando. Hotmail, Yahoo, Gmail o Windows Live ya cuentan con un sistema para reportar todos aquellos problemas que se están generando a través de los mensajes de correo.
Para muchos de estos casos denunciados y con pruebas se pueden imponer penas de uno a cuatro años y multas de 12 a 24 meses en los casos de publicaciones confidenciales y de revelación de secretos a terceros sin el consentimiento de esa persona.
Como padres se debe estar atentos con el comportamiento en redes de sus hijos. Hay niños que se pasan hasta 3 horas en línea y usan el móvil de una manera desmesurada de tiempo.
Si observa que su hijo comienza a decaerse o expresa ansiedad y enfado al conectarse a internet, entonces podría ser un signo de llegar a encontrarse cómo víctima de acoso en internet.